Localización de la Plaza de la Constitución |
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HISTORIA y SITUACIÓN
Es una vía pública que está situada en el centro de Málaga. En la época árabe ya era una plaza principal con múltiples callejas que desembocaban en ella. Tras la conquista es llamada Plaza Mayor o de las cuatro calles, y era donde se celebraban las corridas y otros festejos.
En 1812 se llamó de la Constitución pero, con la vuelta de Fernando VII, se arrancó la placa, y así quedó con la regencia de Mª Cristina. En el s. XIX, con la desamortización, se demolieron varios inmuebles, y se edificaron las casas con galerías comerciales Pasaje de Heredia y el de Chinitas, modificando su urbanismo. Con los sucesivos levantamientos y pronunciamientos, cambió de nombre constantemente: de la Libertad, de la República Federal, del 14 de abril, y de José Antonio Primo de Rivera, hasta la democracia, que retoma este nombre. Ha sido escenario de la Tribuna Principal de personalidades en Semana Santa, hasta la actualidad. El Ayuntamiento rehabilitó en el 2003 la plaza y calle Marqués de Larios, convirtiendo ambas en peatonales.
EDIFICIOS Y MONUMENTOS
En la misma plaza se sitúan estos edificios y monumentos importantes:
Fuente de Génova:
Fue construída en mármol en el siglo XVI y llevada a Málaga en el siglo XVII. Es una pieza de estilo renacentista italiano y se piensa que procede de la ciudad italiana de Génova, aunque no hay documentos que corroboren su origen; pero sí de que costó 1000 ducados al Ayuntamiento de Málaga. Tras haber permanecido junto al estanque en el Parque de Málaga, fue trasladada a la Plaza de la Constitución (emplazamiento original de la misma) tras su rehabilitación en 2002 sustituyendo a la Fuente de las Tres Gitanillas que era de mayor tamaño y que fue reubicada en la Avenida de Andalucía.
Está realizada en mármol, encontrándose formada por un gran estanque dodecagonal, fechado entre 1790 y 1795, obra de Miguel del Castillo, realizado para sustituir otro estanque anterior, deteriorado por los traslados. Está decorado con motivos estriados y paños colgantes, de los que penden rosas de cuatro pétalos, en cuyo centro está el vástago dividido en varios cuerpos. El cuerpo inferior, pertenece al siglo XVI, el cual muestra tres figuras de sirenas, cuyas colas bífidas se enlazan unas con otras con alas de murciélago y unidas sus manos por coronas de flores, y el siguiente cuerpo compuesto por tres figuras femeninas semidesnudas con delfines, el nexo de unión entre las figuras se realiza mediante guirnaldas de flores. La columna se decora con motivos de cabezas de medusas.A esta primera taza que se añadió en 1637, obra del escultor José Micael Alfaro, así como el cuerpo escultórico que descansa sobre ella, se adosa otra taza, de la cual salen ocho caños, interceptados por mascarones que escupen el agua y de ella arranca un pedestal con tres figuras, también entrelazadas, una de las cuales representa a Neptuno, con tridente apoyado sobre un delfín. A la izquierda de esta figura se encuentra el escudo de la ciudad portado por un animal con cabeza de león y garras de ave de presa. A la derecha se dispone un mancebo de pelo corto y rizado con las piernas abiertas que apoya sobre delfines. A la derecha del joven muchacho se encuentra un águila bicéfala con escudo imperial y corona, sobre la cual posa su mano derecha la tercera figura en violento contraposto, que apoya sobre delfín y con pelo largo, que representa a Anfítrite. A la izquierda del escudo una pieza oval contenía una inscripción, hoy desaparecida, que decía: «Acabó la ciudad esta obra siendo su gobernador de las armas don Martín Arrese Giró, Marqués de Casares y Diputados los Señores Capitanes Francisco de Luba Ranega y Don Ábaro Barbad Coronado y Zapata, Regidores perpetuos, 1647». Sobre el cuerpo anterior la taza aparece labrada con forma de ondas de agua y en bajorrelieves algunos escudos, como el de España, Málaga, y uno muy perdido. Otra pequeña taza, muy desgastada apoya un grupo de tres niños con delfines en los hombros, uno de ellos aislado y los otros dos entrelazados con racimos de uvas, cuya factura corresponde al siglo XVI, rematándose todo el conjunto con un águila que sustituye al original. Actualmente la fuente se encuentra situada sobre un doble zócalo de mármol.
Pasaje de Heredia
Donde estuvieron unos baños árabes, después de la conquista se instaló la Cárcel Pública y la capilla de Santa Lucía. Tras la desamortización se genera un espacio a urbanizar, que en 1837 da lugar a esta galería comercial con viviendas, según tendencia de la época, obra atribuida al arquitecto Cirilo Salinas Pérez. Su estructura interior esta realizada a base de robustas columnas de fundición en honor de la industria siderúrgica en manos de la familia Heredia.
Pasaje de Chinitas
Con la desamortización, el Convento de las Agustinas desaparece, y su nuevo propietario Antonio Mª Álvarez construye un pasaje comercial. El maestro de obras fue Diego Clavero y Zafra, que conservó la portada de la iglesia en la fachada, los balcones corridos de esta fachada ya eran arrendados en los días de corridas de toros por la monjas, reaprovechándola para crear su acceso principal; de forma en cruz con una plazoleta central donde se encontraba el mítico café de Chinitas, que hizo de este lugar se mantuviera en la memoria. Las pinturas murales de 1745 se han recuperado con la rehabilitación de esta fachada en el 2003.
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