|
Basílica Santa María la Mayor en el mapa |
|
Zoom sobre el mapa |
HISTORIA y SITUACIÓN
El actual templo parroquial de Santa María ocupa la cima de un montículo, núcleo primitivo de la ciudad de Pontevedra y en el que hubo una pequeña iglesia románica que los cristianos dedicaron a la Madre de Dios, Santa María y que pronto fue erigida en la primera parroquia de Pontevedra. Este gran templo, apodado de los pescadores o de la Granada, se trata sin duda de una de las principales joyas del arte gallego.
Los primeros datos históricos que corroboran la antigüedad de Santa María, los encontramos en la donación hecha por Fernando II de León, que concedía la mitad de las rentas que producía la iglesia de Santa María al monasterio benedictino de Poio. A finales del s. XV o principios del s. XVI se derribó la antiguo iglesia y se inició la construcción de un nuevo templo, acto que reflejaba el poder que alcanzó el gremio de Mareantes, su patrocinador. En la construcción se emplearon 30000 ducados procedentes de la venta de sus cestas de pescado.
La bóveda inmediata al soberbio arco de triunfo se cerró en el año 1559, como lo atestigua una inscripción grabada en una piedra de dicha bóveda. Según documentos de 1570, en ese año todavía faltaban muchos ducados para dar cima a la obra.
En este templo, se enlazan armónicamente formas góticas, con elementos que provienen del manuelino portugués, con elementos decorativos renacentistas, dentro de un sentido espacial clásico. Lo que hace que esta iglesia sea uno de los ejemplares más bellos del siglo XVI español.
|
Grabado de la Basílica |
Elevada a Basílica por Juan XXIII, es una bella muestra de iglesia parroquial y una de las obras más perfectas de la arquitectura gallega del renacimiento. Combinando ojival y plateresco, es el primer monumento de Pontevedra y uno de los más bellos ejemplos del gótico isabelino de Galicia. Su fábrica se alza abierta a la ría. Tiene planta basílical con capillas laterales que le dan forma de cruz. La impresión de elevación espiritual se produce en su contemplación y ello se acentúa en su interior, cuando se percibe la unidad y armonía de sus naves, sus columnas, el presbiterio, las capillas y, sobre todo, cuando los que entran se dejan cautivar por su belleza artística y religiosa. Consta de tres naves, en las que se abren capillas laterales con ricas bóvedas de crucería.
En el exterior, alzándose sobre la amplia escalinata (reformada a mediados del pasado siglo), sobresale su gran fachada principal. Ideada como un gran retablo exterior de tres cuerpos (los laterales salientes y entrante el central, entre contrafuertes, con la representación de la Dormición de la Virgen y un rosetón a modo de ostensorio o sagrario en alto). Profusa es la imaginería, con la representación de Apóstoles, evangelistas, patronos de los gremios cristianos y doctores de la iglesia. En lo alto de los contrafuertes, que enmarcan todo el conjunto, se encuentran las imágenes de San Miguel y Teucro-Hércules. El máximo esplendor de Pontevedra coincidió con su mayor relación con el mar, en los siglos XIV, XV y XVI, si bien su importancia comercial se mantuvo hasta mediados del XVIII. Pero las guerras, la peste, las emigraciones, los cambios en el comercio y, sobre todo, los aluviones que cegaron su puerto convirtiendo en fluvial lo que antes era plenamente marítimo, hicieron decaer su importancia comercial y de transporte.
En la puerta lateral de la derecha, encontramos medallones del Emperador Carlos I y su esposa Isabel de Portugal. Al lado, el Cristo del Buen Viaje, del que se despedían los marinos pontevedreses antes de embarcarse. Su ábside poligonal es la parte más antigua. Del interior, lo más notable es el retablo de la capilla mayor y el púlpito, obras del escultor compostelano Magariños, realizados en 1.909 (s. XX). También son de interés sus retablos laterales, representando a la Trinidad y al Santo Cristo.
CARACTERÍSTICAS ARTÍSTICAS
|
Detalle de la fachada |
Fachada occidental: Esta preciosa fachada fue efectuada a manera de retablo, cuyo creador fue Cornielis de Holanda, que dejó muestras de su labor en otras ciudades españolas como Ávila o Santiago de Compostela entre otras. La fachada está formada por tres cuerpos muy decorados, siendo la central en la que aparece la entrada principal que es un arco románico. En el flanco derecho de la puerta hay una escultura de San Pedro y a la izquierda otra de San Pablo, e inmediato a éstas hay efigies de Santa Bárbara y Santa Catalina. En los segmentos que deja el arco de la puerta se insertan las cabezas de Carlos I de España, y su hijo Felipe II, durante en cuyos reinados, se da cima a la fábrica del templo.
Encima de la puerta hay un relieve que representa a la dormición de la Santísima Virgen, donde se encuentran también las imágenes de los doce apóstoles pugnando por ver este misterioso episodio. Más arriba hay dos medallones, con fondos de concha de vieiras en que hay dos evangelistas, estando los otros dos más arriba en medallones análogos, pero en marcados en los cuerpos laterales. Los evangelistas están representados con su iconografía más tradicional es decir, con atributos de escritor y en compañía de los animales de la visión de Ezequiel y del Apocalipsis; un Ángel con San Mateo, un buey con San Lucas, un león con San Marcos y un águila con San Juan. Más arriba un rosetón da luz al cuerpo central y se aprovecha para representar el cielo, bordeando dicho rosetón con profusión de ángeles entre los cuales ora a la izquierda el Apóstol Santo Tomás, ante la visión de la llegada de la Santísima Virgen en Asunción a los Cielos, que es coronada, por ángeles, en presencia de la Santísima Trinidad estando Jesucristo a la siniestra de Dios Padre, en lugar de a su derecha, lo que se ha prestado a comentarios diversos, como que es fruto de una equivocación, o que se hizo intencionadamente por el constructor, para hacer notar su incredulidad ante los misterios divinos.
Corona la fachada una evocación del Calvario con imagen del Crucificado, flanqueado por las imágenes de Santa ,María, y San Juan. Una profusa crestería, verdadero encaje elaborado en piedra del más puro estilo "manuelino portugués" remata la cima de la fachada. En la parte baja de los cuerpos laterales de la fachada se encuentran los cuatro doctores de la Iglesia Latina: San Gregorio Papa con su tiara, San Jerónimo con capelo e indumentaria de Cardenal y en el que se adivinan las gafas, trabajo admirable en una talla de granito; y San Ambrosio y San Agustín con sus mitras de Obispos. A media altura de los Cuerpos laterales, hay dos esculturas con hábitos de peregrino, que pudieran recordar a Santiago el Mayor y San Roque. Encima de estas figuras hermanados en cada uno de los cuerpos laterales hay dos esculturas que dicen evocan al Antiguo y Nuevo Testamento, con las figuras de Moisés y San Juan.Más arriba, una en cada cuerpo hay dos cabezas en una de las cuales, hay quien identifica a Cristóbal Colón, cosa no extraña, pues en los arrabales de la Moureira, próximo a la Basílica hubo astilleros, en los que se construyó la carabela Santa María, la nave capitana del descubrimiento de América.
Por último dando cima a los cuerpos laterales está a, la izquierda San Juan el Bautista y en el otro figura, tan dispar, como la pagana de Teucro, el cual según la tradición fundó la ciudad de Pontevedra.
|
Altar Mayor de la Basílica |
Interior: Ante todo destacan las bóvedas de crestería de las naves, ábside y capillas a las que ensamblan perfectamente las columnas que enmarcan las tres naves del templo. Destaca igualmente el retablo del Altar Mayor en maderas de castaño y nogal, obra de finales del s.XIX y principios del s.XX, en este retablo destaca la figura de Nuestra Señora en su Asunción al Cielo, rodeada de Ángeles y Apóstoles y que es recibida por el Padre Eterno representado en la parte más elevada. A derecha e izquierda hay dos bajorrelieves representando la Anunciación por el Ángel y la visita de la Virgen a su prima Santa Isabel.
En el fondo de la nave lateral del Evangelio está el altar de la Santísima Trinidad, en el que se destaca por su perfección la Virgen con el Niño sentada sobre el Arca de Noé, que sirve de Sagrario. En el pilar frontero al púlpito hay una talla de piedra, preciosa imagen policromada de la Virgen y el Niño, que data de los años en que se inició la construcción del templo. Es una pieza excepcional, que conserva la expresión llena de atractivo de la escultura gótica anterior. En el interior de la fachada principal, el muro está decorado con numerosos bajorrelieves hagiográficos, mientras que en otros son satirizados los pecados. El muro está bastante iluminado para que se puedan admirar estos bajorrelieves.
Destaca también en el primer altar entrando por la puerta sur, una inscripción de la familia Colón, algo que dio pie a los rumores y comentarios sobre la tierra de nacimiento del almirante.
El Campillo de Santa María, sirve igualmente como mirador sobre el antes barrio marinero extramuros de A Moureira, al que desciende una escalinata.
FOTOS
|
Basílica de Santa María la Mayor |
|
Fachada occidental de la Basílica |
|
Crucero frente a la fachada |
|
Dormición de la Santísima Virgen |