Plazas de Ferrería y Ourense en el mapa |
Zoom sobre el mapa |
HISTORIA y SITUACIÓN
El conjunto que forman estas dos céntricas plazas pontevedresas, es la más típica postal y centro de la vida social de la ciudad. Se encuentra en el casco antiguo junto a varios monumentos y edificios impresionantes como el convento de San Francisco o la iglesia de la Peregrina. La plaza de la Ferreria es la principal arteria de la ciudad junto con la plaza Ourense que está a continuación y que en principio parece una sola. Es de destacar los soportales, típicos de ciudades antiguas como Santiago de Compostela, en cuyos bajos se encuentran bien cafeterias o locales comerciales.
Fuente de la Herrería frente a San Francisco |
Con el paso de los años, fue albergando a un gran número de gremios, los más importantes de la ciudad. Llegando al punto de que los herreros que trabajaban en ella, llegaron a alcanzar gran relevancia a nivel nacional, ya que desde el reinado de los Reyes Católicos hasta un ya avanzado siglo XIX, la monarquía pedía a sus militares que se armaran con armas y escudos procedentes de las forjas de las herrerías pontevedresas.
Como es lógico esta plaza ha sufrido cambios a lo largo de la historia, uno de ellos es que al principio en el centro de este lugar se encontraba la "fuente de la Ferrería", que es una preciosa fuente del siglo XVI, más concretamente en el año 1537, cuando fue ubicada en el centro de la plaza. Lo bueno es que hoy en día se puede seguir viendo esta fuente ya que sólo ha cambiado su ubicación, en la actualidad se encuentra situada en uno de los laterales.
Desde esta plaza se accede a las principales calles de la ciudad, así que forma una especie de unión de todo el centro de Pontevedra.
En la plaza de la Ferrería siempre hay bastante gente y sobre todo los fines de semana. Además, cuando se celebra cualquier tipo de acontecimiento en la ciudad esta plaza se convierte en un hervidero de gente y cuesta dar un solo paso sin tropezarte con alguien.
Santuario de la Peregrina: La tradición cuenta que ciertos peregrinos franceses trajeron a la ciudad una imagen de la Virgen ataviada con ropajes parecidos a los suyos. La imagen depositada en la capilla de Nuestra Señora del Camino, empezó a crear una gran veneración en todos los pontevedreses, llegando incluso a crearse la Cofradía de la Divina Peregrina.
Con el paso del tiempo se empezaron a formar competencias y rencillas entre los creyentes de las dos tallas, la titular de la ermita y la peregrina, lo que acabó influyendo en la expulsión
de esta última. Pero una talla tan milagrera y popular no podía permitirse que vagara huérfana y por siempre peregrina, y por eso el municipio y el pueblo contribuyeron con generosidad a levantar el santuario que hoy la cobija, iniciado en 1778 y concluido en 1794.
Declarada monumento histórico-artístico en el año 1982, mezcla un barroco tardío con formas neoclásicas, como su retablo mayor, erigido en 1789. La forma de su planta está inspirada en una concha de vieira, símbolo por antonomasia de los peregrinos, con finalización en cruz. Esta forma circular se asocia a la tipología imperante en los templos portugueses de la época. Esta capilla tiene muchos elementos históricos, pero el que más resalta es una ostra, que está situada en la entrada de la capilla, lo que resalta es su gran tamaño; esta ostra la donó Casto Méndez Núñez, ostra que encontró en uno de sus múltiples viajes por el mar. Otro es el reloj de la torre norte, instalado el año 1896, procedente del Hospital de San juan de Dios que había sido demolido. También se instalaron en la Capilla las campanas del Hospital.
Hacia 1795, debido a una tormenta que causa graves daños al templo, se derrumba parte de su torre norte, y no será arreglada hasta 80 años después (1873), momento en el que se instalan también dos pararrayos. No sólo la Capilla ha sufrido cambios. El entorno en el que en un inicio se ubicó la capilla también ha cambiado hasta nuestros días. La ciudad sufrió una importante remodelación urbanística desde mediados del siglo XIX, y el atrio se sustituyó por una gran escalinata.
Desde el camarín la Virgen recibe a los visitantes tocada con vestidos propios de la moda de Luis XV. Madre e hijo son protectores de los peregrinos del denominado camino portugués. Los triunfos de esta Virgen han continuado con el paso de los años, y sus fiestas en agosto acabaron desbancando a las invernales de Nuestra Señora de la O, la antigua patrona.
Iglesia de San Francisco: A finales del siglo XIII se instalaron en la ciudad las ordenes mendicantes, dominicos, franciscanos y clarisas, lo que deja bien claro, la creciente pujanza de Pontevedra en aquella época. Se desconoce la fecha de fundación del convento de San Francisco, se puede situar entre 1214 y 1229. El convento y la iglesia se construyeron en la cota más alta de la villa, en unos terrenos donados por la familia Sotomayor y Montenegro, terrenos en aquella época extramuros, pero que pronto quedarían dentro de su protección por el rápido crecimiento que experimento en aquellos años.
La orden de San Francisco tiene un gran esplendor, por el apoyo de las comunidades eclesiásticas y de varias familias nobles. Los jardines hoy de Casto Sampedro, hasta el año 1859 formaban parte del atrio de San Francisco. La construcción es de estilo ojival-gallego, con reminiscencias románicas. Tiene planta de cruz latina con una nave en el brazo mayor de aproximadamente 54 metros y otra de crucero, tres capillas absidiales poligonales. El crucero es de planta cuadrada, la puerta principal de arquivoltas apuntadas sobre columnas acodilladas a las jambas, dos por lado, y sobre ella se aprecia un gran rosetón que según los historiadores procede del convento de Santo Domingo. La torre y el claustro son del siglo XVIII y sustituyeron a las medievales. Se caracteriza igualmente por los grandes muros carentes todos ellos de cimentación, lo que con el paso del tiempo causaría grandes deterioros.
Por su situación y sus gruesos muros, la iglesia ha sido utilizada como fortaleza en varios episodios de la historia. En 1809 los franceses se refugiaron en él para escapar de la levantisca ciudad, al igual que en 1840 hicieron los habitantes de la villa, cuando fuerzas de Vigo atacaron la ciudad con el fin de llevarse la capitalidad de la provincia.
MONUMENTOS
Santuario de la Peregrina: La tradición cuenta que ciertos peregrinos franceses trajeron a la ciudad una imagen de la Virgen ataviada con ropajes parecidos a los suyos. La imagen depositada en la capilla de Nuestra Señora del Camino, empezó a crear una gran veneración en todos los pontevedreses, llegando incluso a crearse la Cofradía de la Divina Peregrina.
Con el paso del tiempo se empezaron a formar competencias y rencillas entre los creyentes de las dos tallas, la titular de la ermita y la peregrina, lo que acabó influyendo en la expulsión
Imagen de la Virgen Peregrina |
Declarada monumento histórico-artístico en el año 1982, mezcla un barroco tardío con formas neoclásicas, como su retablo mayor, erigido en 1789. La forma de su planta está inspirada en una concha de vieira, símbolo por antonomasia de los peregrinos, con finalización en cruz. Esta forma circular se asocia a la tipología imperante en los templos portugueses de la época. Esta capilla tiene muchos elementos históricos, pero el que más resalta es una ostra, que está situada en la entrada de la capilla, lo que resalta es su gran tamaño; esta ostra la donó Casto Méndez Núñez, ostra que encontró en uno de sus múltiples viajes por el mar. Otro es el reloj de la torre norte, instalado el año 1896, procedente del Hospital de San juan de Dios que había sido demolido. También se instalaron en la Capilla las campanas del Hospital.
Hacia 1795, debido a una tormenta que causa graves daños al templo, se derrumba parte de su torre norte, y no será arreglada hasta 80 años después (1873), momento en el que se instalan también dos pararrayos. No sólo la Capilla ha sufrido cambios. El entorno en el que en un inicio se ubicó la capilla también ha cambiado hasta nuestros días. La ciudad sufrió una importante remodelación urbanística desde mediados del siglo XIX, y el atrio se sustituyó por una gran escalinata.
Desde el camarín la Virgen recibe a los visitantes tocada con vestidos propios de la moda de Luis XV. Madre e hijo son protectores de los peregrinos del denominado camino portugués. Los triunfos de esta Virgen han continuado con el paso de los años, y sus fiestas en agosto acabaron desbancando a las invernales de Nuestra Señora de la O, la antigua patrona.
Plano del año 1930 |
La orden de San Francisco tiene un gran esplendor, por el apoyo de las comunidades eclesiásticas y de varias familias nobles. Los jardines hoy de Casto Sampedro, hasta el año 1859 formaban parte del atrio de San Francisco. La construcción es de estilo ojival-gallego, con reminiscencias románicas. Tiene planta de cruz latina con una nave en el brazo mayor de aproximadamente 54 metros y otra de crucero, tres capillas absidiales poligonales. El crucero es de planta cuadrada, la puerta principal de arquivoltas apuntadas sobre columnas acodilladas a las jambas, dos por lado, y sobre ella se aprecia un gran rosetón que según los historiadores procede del convento de Santo Domingo. La torre y el claustro son del siglo XVIII y sustituyeron a las medievales. Se caracteriza igualmente por los grandes muros carentes todos ellos de cimentación, lo que con el paso del tiempo causaría grandes deterioros.
Por su situación y sus gruesos muros, la iglesia ha sido utilizada como fortaleza en varios episodios de la historia. En 1809 los franceses se refugiaron en él para escapar de la levantisca ciudad, al igual que en 1840 hicieron los habitantes de la villa, cuando fuerzas de Vigo atacaron la ciudad con el fin de llevarse la capitalidad de la provincia.
FOTOS
Plaza de la Herrería |
Plaza de la Herrería |
Santuario de la Virgen Peregrina desde la Plaza de la Herrería |
Iglesia de San Francisco |
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